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La Hamada es un lugar terrible, un desierto de piedra tan inhóspito que sólo las víboras lo habitan. En verano sobrepasa los 50 grados, y en invierno hay una gran bajada de temperatura. Azotada por un siroco, cargado de arenisca abrasa la piel y es asfixiante
TINDUF- TERRITORIO DEL INFIERNO
Son ya cuatro décadas, este año como ya hemos manifestado en otras ocasiones se conmemora el 40º aniversario de la salida de España del Sahara Occidental. En aquel año de 1975, y a finales del mismo, se completó la salida hacia el exilio de una parte de la población saharaui que influenciados, unos por las promesas del Polisario de que volverían al territorio tras su enfrentamiento a Marruecos, y otros que ya habían huido por haber protagonizado enfrentamientos violentos durante los cinco últimos años contra la presencia española, desde los graves incidentes de Hatarrambla (Aaiún) en el año 1970, y por la aparición de Basiri, con la formación del partido OALS (Organización Avanzada Para la Liberación del Sahara) precursor del Polisario.
Los primeros a través de las superficies desérticas al sur de Hausa y Echdiría para llegar por el sur de Mahbes Escaiquima hasta el desierto de Argelia. Y otros que habían establecido su asentamiento en Mauritania, al este del puesto fronterizo español de Guelta Zemmur, cuando empezó sus ataques el Polisario contra los puestos españoles, en el momento de dicha salida de España, se dirigieron hacia el norte para reunirse con los demás en el citado desierto argelino de la Hamada (Tinduf), donde construyeron sus campamentos.
La Hamada es un lugar terrible, un desierto de piedra tan inhóspito que sólo las víboras lo habitan. En verano sobrepasa los 50 grados, y en invierno hay una bajada de temperatura estando habitualmente azotada por un siroco, cargado de arenisca que abrasa la piel y es asfixiante. Los saharauis: "Son nómadas o descendientes de nómadas”, pero hay que reconocerles el ser muy organizados en un sistema tribal y familiar. Es verdaderamente increíble que este pueblo al que se le ha limitado por diversas causas la ayuda internacional, haya logrado mantenerse y sobrevivir.
La crisis y la amenaza terrorista en el norte de África han hecho caer dramáticamente la ayuda a los refugiados saharauis del desierto argelino, y hace unos días Naciones Unidas ha lanzado la alarma, como se ha publicado y su Programa Mundial de Alimentos dice que no está garantizada la financiación para cubrir las necesidades básicas de los refugiados saharauis que llevan 40 años en la Hamada de Argelia. Tienen cubierta la primera mitad de 2015, a partir de ahí es una incógnita.
La primera consecuencia será que las familias reciban menos alimentos en la cesta que la ONU reparte en los campamentos. Esa cesta ha pasado de nueve ingredientes básicos a siete al tener que eliminar algunos de la dote.
La crisis y la amenaza terrorista en el norte de África han hecho caer dramáticamente la ayuda a los refugiados saharauis del desierto argelino
Según manifestó en la SER y se ha publicado, María Gallar que es la portavoz del Programa Mundial de Alimentos en Argelia, detalló el impacto que la “cesta de austeridad “puede tener en los campamentos. El Estado dedica la mitad del presupuesto que antes y las Comunidades Autónomas un 70 por ciento menos. Las redes de ayuda de nuestro país, al pueblo saharaui también lo están notando.
Pese a toda su dignidad y su obstinado esfuerzo, no es posible sobrevivir a la permanente reclusión en ese desierto.
Los jóvenes nacidos y crecidos en exilio están cada vez más desesperados, no ven un futuro esperanzador en sus vidas, hay problemas de desarraigo y falta de motivación, ello puede ser un caldo de cultivo para el fanatismo y la violencia.
Están comprobando como los dirigentes del Polisario, pasan año tras año, y ya hemos llegado a cuarenta, con conversaciones, encuentros, negociaciones ancladas y posturas negativas en contra de un posible retorno a su territorio de origen, que terminaría con el sufrimiento de un pueblo con una Autonomía propia en el Sahara.
Han surgido grupos disidentes dentro de los campamentos y las organizaciones que representan a los Tekna rechazan de forma frontal las tesis del Frente Polisario, hasta el punto de advertir de que un estado independiente daría lugar «a una lucha tribal sin precedentes», ya que la cúpula político-militar del Polisario es de la tribu Erguibat.
Las Palmas a 15 de marzo de 2015