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En el verano, muchas familias se acercan a la playa o a la piscina para gozar de ellas. Es la época en la que los especialistas de la piel ponen especial énfasis en la prevención de los efectos del sol en los niños, muchos de los cuales se exponen sin la adecuada protección.
Un amigo con condiciones
El sol es un buen amigo siempre que no abusemos de su compañía. Tomado en pequeñas dosis (15 minutos diarios son suficiente) estimula la síntesis de vitamina D, previene el raquitismo y fortalece las defensas. En los últimos años se ha detectado la especial importancia de la protección contra la radiación solar en los niños, quienes permanecen más tiempo al aire libre que los adultos.
Los niños normalmente están expuestos a la radiación de mediodía, considerada como la más dañina. A pesar de la mayor conciencia acerca de los peligros de la exposición, la utilización de protectores solares por parte de los niños no es regular. Estudios serio dicen que entre el 50 al 80% de la exposición solar de toda la vida se da antes de los 18 años.
Los niños menores de seis meses carecen de la capacidad natural de la piel para defenderse del sol y pueden desarrollar quemaduras solares graves y de severas consecuencias tanto aguda como en el largo plazo. Naturalmente estamos hablando del sol directo, del sol de mediodía, del sol reflejado por la arena de la playa o por el cemento.
La opinión de los especialistas
Los especialistas advierten que la piel infantil se encuentra en un proceso de maduración, por lo que aun no se han desarrollado plenamente todos los mecanismos de adaptación y protección Entre ellos el grosor de la piel y la cantidad de melanina.
La función de las glándulas sudoríparas es muy reducida por lo que la superficie de la piel comparada con los adultos es menos resistente La función de barrera de la capa más externa es débil y por lo tanto más expuesta a las lesiones.
Se debe evitar la exposición durante las llamadas horas ardientes que van desde las 11 a las 17 horas, y tener presente que por cada 300 metros sobre el nivel del mar, los rayos del sol queman un 4% más. Tampoco hay que confiarse los días nublados, porque los rayos ultravioletas llegan hasta un 90% y es más fácil quemarse, porque hace menos calo r , que es la señal de peligro. Algo parecido sucede los días de viento, que además reseca la piel dejándola expuesta a las quemaduras.
Los síntomas
Los síntomas más habituales de una insolación son: - Vómitos - Dolor de cabeza
Los signos de deshidratación son: - Piel roja - Piel hinchada - Ampollas y/o Vesículas en la Piel
Las consecuencias
Los riesgos frente a la exposición exagerada al sol y no tomando todas las medidas adecuada, se traducen en lesiones a distintos niveles de gravedad: lesión de quemadura en diversos grados, lesión de daño en el futuro con envejecimiento prematuro y riesgo de Cáncer a largo plazo. A ello hay que añadir: signos evidentes de deshidratación y el famoso "golpe de calor" o insolación aguda que no es más que la suma de lo anteriormente expuesto con un fuerte riesgo neurológico y de vitalidad.
Los especialistas advierten también que los rayos ultravioletas penetran el agua hasta una buena profundidad. Por ellos es además importante la aplicación de productos resistentes al agua para proteger incluso durante las inmersiones en el agua, además no se debe olvidar que una vez fuera del agua los menores deben ser secados, puestos que las gotas de agua sobre la piel son verdaderas lupas que intensifican la acción dañina de los rayos solares.
La correcta prevención
De cara a conseguir una correcta prevención, los especialistas proponen las siguientes medidas: - Los lactantes y niños pequeños no deben ser expuestos a radiación solar directa. - Evitar el sol de mediodía - Tener en cuenta el tiempo y frecuencia de exposición al sol, adecuados para cada tipo de piel. - Es importante acostumbrar paulatinamente la piel al sol en cada temporada. - Recordar que una doble aplicación de crema protectora no prolonga el tiempo máximo posible de exposición al sol. - Repasar la aplicación del producto si al secarlos con la toalla se ha retirado el protector. - La mejor protección solar se logra con una vestimenta adecuada (de fibras naturales como el algodón. etc..) - No olvidar el gorro y las gafas de sol. - Proteger a los niños con filtros solares especializados Que tengan un factor de protección alto, que sea resistente al agua y ofrezca una adecuada protección contra los rayos UVA y UVB. - Evitar productos que contengan sustancias que puedan resultar irritantes o causar alergias (colorantes, perfumes, etc..) - Aplicar el protector solar 30 minutos antes de la exposición solar. - Proteger las áreas expuestas y sensibles del cuerpo (cara, manos, orejas, cuello. etc..) con productos adecuados. - Importante: aunque el día este nublado o se permanezca bajo una sombrilla, la radiación solar puede también dañar la piel.