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Los socialistas cierran la campaña electoral reclamando todo el voto posible que aglutine el cambio y con la posibilidad de que las urnas les den la victoria el próximo domingo, pero con el temor de no alzarse con el Gobierno de la Generalitat.
"Si vosotros ponéis los votos, yo pondré el cambio". Es el pacto que el candidato del PSC, Salvador Illa, lanza a la ciudadanía para amarrar a todos los electores que están "hartos" de la década del independentismo.
Fuentes socialistas tanto en el PSOE como en el PSC señalan que la opción de victoria el domingo es bastante plausible, pero que puede darse una mayoría independentista en el Parlament que derive en un nuevo Ejecutivo catalán de este signo.
En las filas de la campaña socialista consideran ya un "éxito" de la estrategia del denominado 'efecto Illa' que el exministro de Sanidad esté en la terna de los presidenciables. De hecho, creen que serán primera fuerza en las urnas, aunque admiten que con un resultado insuficiente.
Además, los socialistas consideran que su posible victoria ha desatado el nerviosismo entre las filas independistas, que han firmado en las últimas horas el pacto anti-PSC. "Se han hundido todos", porque es una "señal de debilidad y desconfianza" la que han brindado a la ciudadanía, por lo que no descartan que las urnas puedan arrojan un resultado favorable para los de Illa.
"Juntos diremos a los independentistas adiós, good bye", ha asegurado Illa, en ese pacto con los ciudadanos de que si vence el 14-F, "no os abandonaré, si ganamos, me presentará a la investidura".
No obstante, entre las filas socialistas también interpretan que habrá una reedición de la mayoría parlamentaria en favor de las fuerzas que apuestan por la independencia. Consideran que habrá "más de lo mismo", pero esta vez con la victoria de Laura Borràs como presidenta con el apoyo exterior "del de Waterloo", en referencia al expresidente Carles Puigdemont.
Frente a eso, ERC, que inició una vez más la carrera electoral como favorito, vuelve a quedarse a las puertas y "ya van varias" veces que le ocurre lo mismo, lo que les debería llevar a pensar "qué les pasa porque no ganan", apuntan dirigentes socialistas que ven que la formación que representa Gabriel Rufián en el Congreso se quedaría "con menos espacio".
Por otra parte, el fantasma de la repetición electoral que ha acompañado las últimas ediciones de las elecciones generales se considera como una posibilidad factible, según fuentes soberanistas, tras los resultados del 14-F.
Y con esa opción juegan también en el PSC con la promesa de que, si vence, acudirá a la investidura, incluso sabiendo que será fallida, para no perder el caudal de "cambio" recabado el domingo y como muestra de que los socialistas lo han intentado. Este sería el cartel de presentación para las nuevas elecciones, a imagen de lo que hizo Pedro Sánchez en la repetición electoral de las generales que derivó en el pacto del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.
Precisamente, el líder del PSOE, como ha sido la tónica en campañas anteriores, se ha volcado en apoyar a los socialistas catalanes. En esta ocasión, el equipo de Sánchez en La Moncloa ha estado muy presente en la estrategia de la campaña del PSC e incluso pasará allí la noche electoral en la sede de los socialistas catalanes de Pallars, mientras Sánchez, previsiblemente, y el núcleo duro del partido la seguirán desde la sede de Ferraz.