" Hay momentos en que, aun para el sereno ojo de la razón, el mundo de nuestra triste humanidad puede cobrar la apariencia del infierno, pero la imaginación del hombre no es Caratis para explorar con impunidad todas sus cavernas". Edgar Allan Poe
PINTOR: TONI TRALLERO (ACUARELA)
Basado en su cuento EL ENTIERRO PREMATURO. UNA OPORTUNIDAD Paseaba junto a unos amigos por la playa. Recuerdo queíbamos comentando nuestra última andanza nocturna. De repente, sin que nadie pudiera darse cuenta, enmudecí. La vista se me nubló, el corazón pareció dejar de latir por unos segundos y un seco golpe en el suelo hizo que las sonrientes caras de mis amigos cambiaran por la de una temerosa sorpresa al principio, más tarde, turbación y al final desesperación al no responder a la reanimación. -...¡¿Qué me ha ocurrido?!...- Un ruido sobre mi cabeza me recuerda la sirena de...¿una ambulancia?... Quiero hablar y solo oigo la voz en mi cabeza, como si mis labios fuesen uno y mi boca no existiera. Quiero ver qué ocurre y los párpados me pesan como cosidos a mi piel. Quiero moverme y el cuerpo no me responde, como si no fuera mío. Silencio. Asombro. Espanto. Silencio. -...Estoy recostado... sobre... un duro colchón...- Noto levemente que algo me cubre la boca y la nariz y me llena de aire los pulmones . -¡Qué me ocurre!.. Con asombro noto que mis oídos siguen funcionando, y para mi desgracia, no pueden comunicar nada. Una ronca voz de hombre dice, con marcado tono de solemnidad, que ya no hay remedio, que falta poco para que todo termine. -...¿De quién o de qué están hablando?...- -¡oiga!...¡estoy aquí!...¿alguien me ve?...estoy respirando ¿no?, eso quiere decir que estoy vivo...¿lo sabéis? Una entrecortada voz de mujer suspira y llora. Me recuerda la voz de...¡mi madre!... Me acarician la mano, siento las caricias y quiero responder y no puedo, los miembros de mi cuerpo no me obedecen.
- ¿Soy yo la persona por la que lloran?...¡pero si estoy bien!, solo necesito que alguien se de cuenta... –
-¿Qué está pasando? - ¡nooo!...no, por favor, no se lo quiten.
Es mi madre, la reconozco, ¿qué es lo que no quiere que quiten? Noto como me retiran ese aparato que me permite respirar, ahora comprendo por qué grita mi madre. - ¡mámá!..¡tú sabes que estoy bien!¿verdad?...¡dile que me lo pongan? Yo no puedo, ¿lo ves? Pero sigo respirando, más lento, sí, pero respiro...¡mamá!...¡no los dejes!...
- ¿Por qué?...¡no!...ahora lo comprendo todo...
-¡¡Creen que estoy muerto!! Intento moverme, gritar, abrir los ojos y no lo consigo. Es inútil. - ¡oigan!...¡No estoy muerto!...
-¿Y si lo estoy y no me he dado cuenta?... No sé...no sé nada, sólo quiero vivir y ellos no se dan cuenta... Silencio. Sollozos. Llantos. Silencio. -¿me he dormido?...¡esto tiene que ser un mal sueño!...¿es una broma?...¿cuánto tiempo ha pasado desde que me desenchufaron?...He perdido la noción del tiempo, todo es oscuro, solo oigo y siento y nadie se da cuenta...¿por qué?...¿por qué?... Me están moviendo. Me cambian de sitio. Oigo el ruido del cierre de una puerta de...¿madera?...sobre mi. - ... ¿Es que acaso estoy en...?...¡No!...¡no puede ser!
Mi cuerpo se mueve y no soy yo quien lo hace, algo me mueve levemente y choco con las blandas paredes de algo que me aprisiona -¡No puedo creer lo que está pasando!...¡es imposible! -¡oigan!...¡¡Yo no estoy muerto...!! El traqueteo que me movía ha cesado bruscamente. Entre gemidos, que oigo muy lejanos, noto como arrastran esta urna en la que estoy. -¿se han dado cuenta de que estoy vivo? Sí, eso es, por eso arrastran esta maldita caja, porque saben que estoy vivo...¡vivo!... Siento unos sonidos huecos. Retumban con un eco de terror en mi cabeza. Y se hace el silencio. -¿Me acaban de encerrar entre paredes de ...cemento?...¡¡¡noooo!!! -¡¡Necesito salir, por favor, escúchen mis súplicas!!... Silencio. Terror. Locura. Silencio - ¡No!...¡El aire!... ¡me falta el aire!...
La cabeza me da vueltas como si una avioneta estuviera cayendo en picado y el paracaídas se hubiera quedado atascado. -¡No puedo pensar con claridad! -...¿Ya todo acabó?...¿siempre ocurre así?... -¡No! ¡no quiero creer lo que me está...pasando!...¡cada vez me cuesta más respirar, y pensar y resp... -¡Ayú...da ...
una...o...por...tu... ... ... Silencio. Silencio. Silencio. Silencio. ¿Sabemos si existe algo después de la muerte? Esa es la gran pregunta que siempre nos acompaña, ¿pero sabemos si realmente morimos cuando todos creen que estamos muertos? Esos minutos después de certificar el fallecimiento...¿se acabó todo?...¿de verdad?...¿y si seguimos sintiendo y oyendosin poder movernos? Es algo que no sabremos nunca, quizá se nos concede ese tiempo para finiquitar cuentas con nuestra conciencia, o para pedir perdón, o para odiar...o para poder dormir en paz después de saber que nuestros familiares realmente nos amaban... y dependerá de cómo empleemos ese tiempo, habrá o no habrá un más allá. ¿Quién sabe?...Sólo espero estar aquivocada. Nurya Ruiz 
