×
×

Error de autenticación

Ha habido un problema a la hora de conectarse a la red social. Por favor intentalo de nuevo

Si el problema persiste, nos lo puedes decir AQUÍ

×

My Blue Moon StoryMiembro desde: 22/10/20

My Blue Moon Story
0
Posición en el Ranking
0
Usuarios seguidores
Sus noticias
RSS
  • Visitas
    9.844
  • Publicadas
    3
  • Puntos
    0
Veces compartidas
0
¡Consigue las insignias!
Trimestrales
Recientes
Visitas a noticias
22/10/2020

John Lennon dijo que la vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes, ¿estaba en lo cierto? ¿Nos lleva el ajetreo de la vida diaria a perdernos los placeres más simples que esta nos ofrece?

 

Todo cambia en un segundo. La vida cambia en un segundo. Tu primera sonrisa, tu primer beso, tu primera decepción: todo en un segundo.

Cada mañana tenemos por delante 86400 segundos repartidos en 1440 minutos: 1440

¿Cómo empleamos ese tiempo? ¿Cómo es posible que lleguemos a casa agotados del trabajo con la sensación de no haber tenido tiempo para nada? ¿Incluso de no haber vivido?

Quizá no sea cuestión de los segundos o de los minutos que tiene el día, sino de cómo aprovecharlos. Quizá, sólo quizá, implementando algunos cambios en nuestro día a día podamos liberar la presión que tenemos en nuestro pecho de manera constante e, incluso, la sensación de nunca ser suficiente.

Más allá de hacer listas de tareas el día anterior o de apuntarte a clases de yoga (ambas recomendables), yo opté hace algún tiempo por implementar pequeños gestos y hacerlos parte de mi rutina. Gestos, acciones o pensamientos que no llevan más de un minuto o, veces, ni siquiera más de un segundo.

  1. Sonríe. Nunca sabes por lo que está pasando la gente que te rodea, la que te cruzas por la calle o con la que te encuentras en el supermercado. Tu sonrisa puede tener un impacto positivo en el día que cualquier extraño, puede ser una alegría necesaria que, quizá, convertirá un día horroroso en uno menos amargo. Aprovecha un segundo de tu día para sonreírle a alguien y, por supuesto, ¡fíjate en quien te sonríe! Quizá alguien pueda alegrarte el día.

  1. Habla. Habla de verdad, cara a cara, con alguien que sea importante para ti. Puede ser un/a amig@ o un familiar y puede ser que quedéis para comer o simplemente en una cafetería para coger un café de camino al trabajo, pero ver una cara amiga y recibir un abrazo o una palabra de aliento (o una sonrisa amiga) puede cambiar tu día. A veces también basta con saber que alguien más está pasando por lo mismo que tú. Piensa quienes son tus verdader@s amig@s y proponte quedar con uno o dos a la semana. Hablar es una gran terapia.

  1. Agradece. Este es un punto complicado por lo controvertido que es. Conozco a mucha gente extremadamente frustrada porque su entorno les dice frases como “deberías estar agradecida por tener un trabajo” o “con la que está cayendo, tienes un techo donde dormir y comida en la mesa”. Esas frases son ciertas, pero hablan de cubrir necesidades básicas, no de bienestar emocional. Lo que sugiero es reconocer lo que hemos hecho bien durante el día, pensar en lo que nos ha hecho felices (o aquello que ha hecho el día un poco menos malo) y dar gracias por ello para que, en medio del caos que es la vida, no caiga en el olvido y nunca lo volvamos a ver. Yo hoy estoy agradecida por la inspiración para escribir este artículo. 🙂

  1. Tenemos 1440 minutos cada día, ¿cómo quieres emplearlos?

    Usa tus sentidos. Pero úsalos de verdad:

  • Mira (no sólo veas). Cuando estés esperando el autobús, en tu mesa de trabajo o en tu turno para la comida, observa lo que hay a tu alrededor. Elige un objeto que te guste y descríbelo en detalle (color, aspecto, rugosidad, etc.), de ese modo te llevarás un recuerdo agradable más a la cama esa noche.

  • Escucha (no sólo oigas). Dedica un minuto por la mañana, o por la noche antes de irte a dormir cuando hay más silencio en la calle y los edificios, e intenta identificar 10 sonidos distintos. Todo vale, desde el goteo de un grifo hasta el piar de un pájaro en la calle, ¿cuántos puedes contar?

  • Siente. ¿Cómo se siente el asiento de tu coche contra tu cuerpo? ¿Podrías describir el tacto, forma y textura de tu anillo favorito sin tenerlo delante? Olvídate del sentido de la vista por un minuto, sólo uno, y siente algún objeto que lleves normalmente contigo: anillos, pulseras, llaveros, bolsos, ¡todo vale!

  • Saborea. Seamos sinceras, durante la semana la mayoría de nosotras no tenemos ni idea de a qué sabe lo que comemos. Es decir, sabemos si nos gusta o no, pero no sabríamos describir los sabores, ¿verdad?

  • Párate a oler el mundo. Ambientadores, flores, perfumes, brumas, estamos rodeados de olores. Párate un segundo a reconocer un olor agradable y apreciarlo, ¡puede que hasta te saque una sonrisa!

En definitiva, tenemos 1440 minutos cada día de los cuales nos pasamos 480 trabajando y otros 480 durmiendo. Empleamos alrededor de 120 yendo y viniendo de trabajar y comiendo y quizá otros 120 haciendo recados.

Nos quedan 240 minutos: cuatro horas. ¿Cómo quieres emplearlas?

Y si sólo tienes un segundo…

sonríe

 

 

 

Más recientes de My Blue Moon Story

Alama

Un nuevo estado de alarma está ya sobre nosotros, ¿cuáles serán sus efectos? ¿cómo podemos enfrentarnos a las nuevas limitaciones? 26/10/2020

Perfectas

Perfectas

Nuestra vida en el siglo XXI es, sin duda, infinitamente más cómoda y segura que la de nuestros antepasados. Sin embargo, la tasa de depresión entre las mujeres se ha disparado en el mundo occidental durante los últimos treinta años. ¿Cuáles son los motivos de este incremento? 22/10/2020