Pedicura casera

Hoy vamos a daros la receta para la pedicura perfecta sin salir de casa. Bueno, igual tenéis que salir antes a comprar alguno de los "ingredientes" necesarios: quitaesmaltes o acetona, discos de algodón, tijeras, lima, quita-cutículas, crema hidratante y esmalte de uñas. Si quieres darle un toque glamuroso a tu sesión de pedicura, puedes añadir a la lista de la compra aceit

del esmalte de uñas (aunque podéis aplicaros brillo). Bueno, ¿estáis listos? ¡Empezamos!es esenciales o sales de baño. Ojo, esto es tanto para chicas como para chicos, ser hombre está cada vez menos reñido con cuidarse. Vosotros, muchachos, podéis prescindir

Lo primero es retirar restos de esmalte que puedan quedar en la uña de la última vez que las pintamo

s, para empezar a trabajar en una superficie limpia. Para este primer paso, usaremos el algodón y el quita-esmaltes. Después, viene la parte relajante: meter los pies en agua caliente durante unos veinte minutos. Si queréis sentiros como en un salón profesional, podéis poner aceites o sales de baño en el agua. Mi consejo es acompañar este paso con música tranquila de fondo, se os ablandarán las uñas y estaréis mucho más relajados.

Después de esta mini sesión de spa, es la hora de las tijeras. Vamos a cortar las uñas teniendo cuidado de no dejarlas demasiado cortitas, porque al crecer podrían encarnarse o adoptar formas no deseadas. Lo ideal es guiarnos por la yema y cortarlas rectas, los bordes es mejor no tocarlos para evitarnos problemas. Para estos laterales, cogeremos la lima si queremos suavizar los bordes. Esta lima no será la misma que usamos para las uñas de las manos, ya que las uñas de los pies son más gruesas y necesitarán limas más fuertes con un

grano mayor. Una vez cortadas y pulidas, le llega el turno a las cutículas. Las cutículas son las membranas que cubren el nacimiento de la uña. Suelen crecer demasiado y afean nuestras uñas, incluso pintadas, por lo que es mejor quitarlas de vez en cuando. Existen productos para ablandarlas, que se venden en el mismo formato que una laca de uñas normal (pero podemos usar el truco del agua caliente, que es casi igual de eficaz). Los quita-cutículas se componen de dos partes: una espátula y un extremo biselado. Con la espátula empujamos la cutícula y con el bisel la retiramos con cuidado de no hundirlo en la carne de alrededor de la uña, ya que podríamos hacernos heridas.

Ahora toca hidratar los pies para evitar problemas como los talones agrietados. Podéis usar crema especial para pies, pero un simple body milk que tengáis por casa también vale. Lo importante es suavizar la piel de una de las partes más importantes de nuestro cuerpo, aunque a veces lo olvidamos.

Ya sólo nos queda elegir el color (o colores) que vamos a poner en las uñas, lo dejo a vuestra elección. Lo que sí os recomendaría es comprar una laca de uñas buena, para que todo este trabajo nos dure el mayor tiempo posible.

Et voilà! Unos pies perfectos para lucir en la playa, la piscina y con vuestras sandalias de playa

favoritas.