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Alfredo Rdz GuevaraMiembro desde: 16/06/19

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15/06/2019

La presencia de las teorías del aprendizaje dentro del aula, se reflejan en la práctica educativa que realiza el docente en conjunto con sus alumnos, muchas veces las condiciones pueden hacer que se opte por un tipo de práctica ya sea constructivista o conductista

La educación es un proceso complejo que prevalece en la sociedad en la que nos encontramos inmersos, sin embargo, los puntos de vista desde los que ésta es estudiada, se han ido transformando a lo largo del tiempo. Los fenómenos y situaciones que pueden ocurrir dentro del aula, son tan variados y cambiantes, que es difícil darles una explicación teórica para entenderlos mejor.

Las teorías del aprendizaje surgen para explicar dichos fenómenos y los comportamientos de alumnos o de los propios maestros y entender cómo lidiar con sus acciones de la forma más pertinente. En este artículo de opinión hablaré un poco de dos corrientes psicológicas: el conductismo y el constructivismo, y sus implicaciones dentro de los procesos de enseñanza y aprendizaje en el aula; del mismo modo, daré algunos ejemplos retomados de las jornadas de observación que he llevado a cabo en mi proceso como docente en formación, donde se ven reflejadas estas teorías para poder entender el peso que tienen a la hora de enseñar y el aprendizaje que se puede obtener con cada una de ellas.

Una teoría es definida como un conjunto de principios científicos que intentan explicar fenómenos a través de distintos marcos de referencia, en este caso solo me enfocaré en las dos teorías ya mencionadas.

El conductismo y el constructivismo, son teorías de aprendizaje que no surgen de manera simultánea. La primera, tuvo gran impacto en la educación con aportaciones de autores como John B. Watson e Iván Pávlov; esta considera muchos factores que, según la teoría, se pueden observar a simple vista sin necesidad de incurrir en aspectos cognitivos de la persona.

Básicamente, lo que esta teoría plantea es que todo estímulo que se le aplique al alumno, va a generar una respuesta en éste y a su vez va a modificar una conducta. Como se mencionó anteriormente, ésta solo toma en cuenta factores observables, y expone que no es necesario incurrir en procesos cerebrales para poder modificar la conducta de una persona y otorgarle un aprendizaje.

Por su parte, el constructivismo tuvo precursores como Piaget y Vygotsky principalmente. Esta corriente, como otras, dan paso al estudio de los procesos de aprendizaje desde otra perspectiva; ésta,  a diferencia del conductismo, se enfoca en los aspectos cognitivos de la persona para que ésta pueda aprender, considera al aprendizaje como algo que se construye a partir de los factores ya mencionados y los conocimientos previos de los alumnos; se propone el papel del docente como un orientador-mediador entre alumno y aprendizaje, y el ambiente para que se lleven a cabo los procesos de enseñanza.

Es necesario contextualizarnos de una manera general y práctica, para entender cuáles son las características determinantes y de mayor influencia de estas dos teorías en la práctica dentro del aula, en este caso en jornadas de observación de las que he sido partícipe.

De una u otra forma, las teorías del aprendizaje, han ayudado a reforzar la práctica educativa del docente. El aprendizaje es algo que está estrechamente relacionado con la enseñanza, trabajo que le corresponde en mayor medida al maestro, quien necesita de herramientas teóricas y conceptuales que le permitan explicar los acontecimientos que se dan dentro del aula y a su vez adecuar las actividades a las necesidades de los alumnos, para que éstos se llenen de insumos suficientes para aprender.

Los objetivos de la educación han ido siempre encaminados hacia el mismo propósito, que el alumno aprenda, de aquí que las teorías mencionadas tengan un alto impacto, para poder lograr aprendizajes significativos que permitan hacer frente a las exigencias de la sociedad actual.

Durante las jornadas de observación que he llevado a cabo, me he dado cuenta de que de una u otra forma las concepciones relacionadas con cada teoría, se ven manifestadas en las prácticas que los profesores realizan y la forma en que los alumnos responden.

El conductismo, según los nuevos ideales de la educación, es algo que ya está en el pasado, pues el maestro conductista solo se limitaba a estímulos hacia el alumno para llevar el aprendizaje, muchas veces estímulos que incluso se relacionaban con castigos; de esta manera, el conductismo actualmente estaría separado de la práctica de un docente, sin embargo, la realidad es otra. 

A través de las observaciones me di cuenta que el conductismo sigue presente en la mayoría de las aulas, pues los profesores siguen optando por imponer sobre sus alumnos acciones que den como respuesta cambios de conducta en ellos, tal es el caso de esta segunda jornada de observación, donde la maestra hacía algo muy peculiar para mantener el orden en el salón de clases, lo describiré a continuación: cada vez que la maestra requería que los alumnos guardaran silencio, simplemente levantaba la mano y enseguida todos los alumnos también lo hacían, guardando silencio por completo. Platicando con ella me comentó que ella les indicó que cada vez que levantara la mano, de eso se iba a tratar. A continuación, presentaré un registro etnográfico de la conversación con la maestra y sus fundamentos de esta práctica:

“Procuro utilizar esta estrategia para que se vayan formando a la par de la disciplina, su edad es ideal para inculcarles eso desde ahora. Eso fue un acuerdo que plantee desde el principio, creo que la disciplina es primordial dentro del salón de clases, y procuro recalcárselas mucho a través de cosas como esta. Cada vez que yo levanto la mano ellos ya saben que tienen que guardar silencio.” -Anónimo.

Fragmento recuperado de: diario de campo de segunda jornada de observación realizada durante el mes de junio.

Este es un claro ejemplo de una acción conductista, cabe mencionar que yo no estoy en desacuerdo con esta práctica, pues me di cuenta que a la maestra en realidad esto le funcionaba mucho.

Los alumnos estuvieron respondiendo de manera positiva, se observaba mucho orden dentro del salón de clases y al mismo tiempo un ambiente de confianza entre maestro alumno y entre propios alumnos.

Pero no solo ha sido eso, durante las demás jornadas, he observado muchas acciones del maestro con tendencia conductista, como el típico “si no terminan se quedan sin recreo”, “el que termine primero tendrá un punto extra”, etc. Está claro que esta teoría sigue estando presente dentro del aula, y muchas veces está influyendo de manera positiva en el aprendizaje, como en el ejemplo mencionado anteriormente.

De igual forma, durante la primera jornada, tuve la oportunidad de trabajar con un maestro que también llamó mi atención en cuanto a sus concepciones, él, considera el aprendizaje como algo que se va dando en colaboración alumno- maestro, donde el alumno primero pone en juego lo que sabe, para que después, sea el docente quien lo ayude a enriquecer los conocimientos y adquiridos.

Cabe mencionar, que, al observar una clase de matemáticas me di cuenta que la estrategia que usaba el maestro, al abordar un nuevo tema, era la siguiente:

Primero ofrece libertad para que los alumnos intenten resolver el problema a partir de sus propios saberes, después pasaban al pizarrón a resolverlo y a explicar la forma en que lo hicieron, enseguida el maestro les ofrecía una explicación más certera, y finalmente ellos resolvían otros problemas de esa índole; además dejaba que los demás compañeros le comentarán o le hicieran observaciones para así enriquecer lo que cada uno sabía.

La práctica que este maestro realizó, desde mi punto de vista, se asemeja mucho al constructivismo, pues en ésta, el alumno es más libre de realizar los ejercicios con lo que sabe y no se limita solo a lo que el maestro diga, se puede decir que hay mayor libertad.

Los ejemplos anteriores solo fueron algunos de las tantas situaciones que logré observar en un aula de clases, con ello no quiero decir que un maestro sea conductista y otro se apegue más al constructivismo, porque la verdad, no puedo afirmar nada, ya que hubo otras acciones que hacían ver a las dos teorías en la práctica de los dos maestros, además de que fueron pocos los días que tuve la oportunidad de estar cerca de las mismas.

Es muy difícil inclinarse por una teoría para aplicarla dentro de la práctica educativa, porque la realidad es que no se pueden dejar de lado creencias que han venido arraigados desde hace mucho tiempo, por ejemplo, yo puedo decir que me inclinaría por el constructivismo, porque lo ideal es que el alumno construya su propio conocimiento de manera autónoma y, como docentes, fungir solo como guía hacia el aprendizaje, pero la verdad es que hay momentos en los que es necesario tomar un poco del conductismo para regular ciertos fenómenos que se pueden suscitar dentro del aula; tal es el caso de la maestra, yo no puedo decir que sea una mala práctica, porque la verdad es que a ella le estaba funcionando, y se veía reflejado en la disciplina que tenían sus alumnos. Tampoco puedo cuestionar la práctica del maestro, porque los alumnos eran capaces de resolver problemas de manera individual, después de que el maestro llevara a cabo las acciones mencionadas.

Las teorías del aprendizaje antes descritas, sustentan la práctica del maestro, aunque ambas tienen sus ventajas y desventajas, considero que lo ideal sería tomar lo necesario de cada teoría (con base al contexto social y condiciones mismas del aula y de los alumnos) para enriquecer la enseñanza, porque como mencioné, cada teoría estuvo obteniendo resultados positivos con los maestros observados, por lo que, mi postura está a favor de una visión más eclética.

Por último, es preciso mencionar que los maestros en formación, e incluso los maestros que ejercen su profesión, no podemos dejar de lado aportes teóricos tan significativos, pues, por un lado, son un referente fundamental de toda práctica de enseñanza dentro del aula; y por otro lado, un maestro que está consciente de los objetivos de enseñanza a los que se enfoca, es un maestro más completo, crítico y reflexivo con respecto a los paradigmas educativos.

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