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Acudimos al concierto de la confusión interpretado por una pandemia que carece de director de orquesta y acompaña a un coro de primadonnas desafinadas que cantan a su bola lo primero que se les viene a la cabeza
España no es una excepción, ya hemos visto el caos de los EE.UU. y la corta pero ejemplar resolución de China, por poner tres ejemplos que son representativos de los países desarrollados (y no valen las risitas maliciosas).
El caso chino tiene una fácil y rápida respuesta al tratarse de un Estado centralizado, de partido único y de control estrictamente centralista.
El caso Yankee es todo lo contrario, allí no se leyeron a Montesquieu y la descentralización del Poder en materia sanitaria se deja en manos del libre mercado, si te quieres vacunar vas a la farmacia y te compras la vacuna.
España sigue haciendo gala de ser diferente, la vieja Constitución del 78 dio el salto del Estado centralista al Estado de las Autonomías y al igual que EE.UU. no leyó bien a Montesquieu, bautizando su solución con la alegre e irresponsable frase del famoso café para todos.
Pedro Sánchez el magnífico, puso en evidencia el modelo de Estado del café para todos, cuando se vio obligado a decretar el segundo Estado de Alarma de 2020 y respondió con el café al gusto de cada uno.
Ya sé que mis comentarios no son para ser entendidos por las masas, así que no se me pidan explicaciones sobre el origen histórico del café para todos, porque a buen entendedor…
¿Por qué no funcionan de forma eficiente las medidas contra la pandemia en España?
La respuesta es muy sencilla: Porque hay tantos métodos como CC.AA., porque en eso consiste el café para todos de la Constitución del 78 y en consecuencia cada CC.AA. toma las medidas que le parecen más oportunas, véase sino el caso de Madrid.
El caso de Madrid es muy significativo y a la vez simbólico, ya que representa el modelo de Estado de Estado, el modelo nacionalista de la derecha española atrapada en sus propias contradicciones, es el modelo que proponen para toda España a fin de salvar la economía aun a costa de las vidas de los ciudadanos, algo muy parecido a la solución que en su momento adoptó Donald Trump en los EE.UU., es el sálvese quien pueda y como quiera.
Durante el primer confinamiento, el Estado español estableció el Mando Único, a lo que respondió parte de la oposición encabezada por el PP, que eran medidas totalitarias, después de varias negociaciones, se acuerda el café al gusto de cada uno, con lo que se acusa al gobierno de desgobierno… la demagogia está servida.
El ejemplo que voy a poner es muy fácil de entender: En la Constitución del 78 sólo se habla de tres nacionalidades históricas, Cataluña, Euskadi y Galicia, así que todas las demás son regiones devenidas en Entes Administrativos Descentralizados.
Euskadi y Cataluña cuentan con cuerpos represivos propios, es decir que no obedecen a la dirección del Estado Central, pero no existe una regulación coherente con esta realidad y la existencia de los cuerpos represivos del Estado central con competencias similares, lo que permite a cada cuerpo hacer lo que considere más oportuno, a pesar de compartir el mismo territorio, es decir el mismo ámbito.
Hay que contar con la herramienta adecuada para resolver los problemas
Las CC.AA. cuentan con organismos tributarios propios pero carecen de una política recaudatoria claramente diferenciada de la política recaudatoria del Estado Central, ya que son entes administrativos descentralizados pero no distintos, es decir son una copia de la fotocopia, comparten el mismo ámbito.
Y lo mismo pasa con la Sanidad Pública, así que ante la ausencia de una legislación federal, es decir aquella que asume las cuestiones esenciales que afectan al conjunto del Estado Federal, toda política de control y eficacia está condenada al caos de la diversidad de criterios emanados del conjunto de las CC.AA. que comparten el mismo ámbito de la pandemia, pero aplicando medidas muy distintas, con resultados muy distintos.
Luego es hora de plantearse seriamente la reforma de la Constitución y adaptarla a una estructura federal que existe de hecho pero que carece de la legislación adecuada a su realidad.
Claro esto también puede llevar a cuestionar la forma de Estado y claramente a la monarquía, pero no de forma imprescindible, ya que es posible una monarquía en un Estado Federal, pero como siempre, lo que se debe reflexionar es qué conviene más a los ciudadanos y a la economía.
En España nadie habla de federalismo, pero no se hace porque se confunde federalismo con república, federalismo con secesionismo, sin pararse a pensar que el Estado de las Autonomías, es lo más parecido a una federación de estados, pero que carece de mecanismos de regulación adecuados a su propia estructura.
Y eso es lo que está poniendo en evidencia la pandemia, cuando se prohíbe salir o entrar de una CC.AA. sin tener competencias legales para ello limitando la libertad de circulación de otros ciudadanos del Estado español, cuando se estable el cierre de bares y restaurantes en unas y se autoriza su funcionamiento en otras…
¿Con arreglo a qué legislación asumen las CC.AA. las competencias exclusivas del Estado central? con arreglo a ninguna porque no existe, así que ¡¡Viva la Pepa!!.
¿Estamos ante un brote de localismo nacionalista de las CC.AA.? o ¿estamos ante la demostración del fracaso de unas medidas adoptadas unilateralmente por una serie de Entes que carecen de la cobertura legal adecuada?
¿Están los Estados preparados para responder adecuadamente a una pandemia?
Los ciudadanos no son conscientes de la desprotección que están viviendo y son víctimas de la ineficacia de los Estados y son manipulados con el miedo a la muerte.
Mientras tanto los Estados no se están planeando ni la reestructuración de su modelo para hacer frente a esta y a futuras pandemias, ni a reformar los mecanismos de control de sus economías fuertemente dañadas por la pandemia, cuando no tocadas de muerte.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro