Lamentablemente, vivimos tiempos en los cuales, una parte de la civilización es crédula y otra porción por el contrario, no cree ni en si misma. Pero aquellos cuya credulidad abundan, pueden atravesar por terribles experiencias a causa del pánico, al imaginar la nefasta conclusión de sus vidas por cuestiones tan fantásticas como una invasión de supuestos alienígenas que acabarán con ellos y el resto de la humanidad.

Estas falsas afirmaciones vertidas por inescrupulosos contemporáneos, son cuestiones que los gobiernos deben evitar a como de lugar en todo momento. Sea como fuere que actúen para que la amenaza que representan sus falsedades, no ocasionen un mal mayor a la sociedad en su conjunto.

Si nos ponemos a pensar sobre la existencia o no, de proyectos ultra secretos de estado, de cualquier potencia, cuyo tenor conlleve a la actividad de viajeros del tiempo, debemos entonces razonar que de existir, ellos no saldrían a formular en foros o redes sociales sus actividades. Cae de maduro que no lo harían. Por ello existe la frase: “Secreto de Estado”.

Resulta por demás lamentable que la mayoría de las personas en el mundo, prioricen los dichos de los desconocidos como si fueran verdaderos profetas que, ni son siquiera personas creíbles ni son en realidad viajeros del tiempo ni personas de bien.

La humanidad se encuentra atravesando momentos difíciles. El actual crecimiento de enorme vacío espiritual en las personas, las lleva a buscar cualquier cosa alternativa en qué creer y así, sobrellevar sus vidas de una mejor y más aliviada forma. Pero allí es donde caen en el peligroso precipicio de la falsa información que empeorará la situación de sus vidas.