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La próxima misión de la NASA destinada a tocar suelo marciano será lanzada en 2016 y ha sido creada para tomarle el pulso al planeta rojo. Entre otras tareas tratara de establecer cuál es la temperatura actual del núcleo averiguando así si sigue siendo activo.
Algunas de las respuestas que esta misión podría proporcionarnos nos ayudarían a entender cómo se formaron los planetas rocosos del sistema interior y como evolucionaron.
‘La InSight es una misión geofísica a Marte’, comento Bruce Banerdt, del Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California, e investigador principal de la sonda InSight, ‘Va a ir a Marte y tomar sus signos vitales. Va a escuchar el latido de su corazón… La actividad sísmica del planeta. Va a tomar su temperatura mediante la medición del gradiente térmico de su superficie, lo que nos indica la cantidad de calor que se escapa al exterior. Y va a medir sus reflejos al ver cómo los bamboleos de su rotación se ven afectados por las mareas del Sol’.
El InSight utiliza las bases de un sistema que ya demostró su éxito al situar en la superficie marciana a la misión Phoenix en 2008, la nave espacial InSight descenderá asistido por cohetes en la Elysium Planitia, una amplia llanura ecuatorial salpicada de volcanes extintos. ‘Es muy plano’, dijo Banerdt. ’Hay flujos de lava cercanos, y ya hemos elegido elipses de aterrizaje alrededor de los flujos’.
El equipo ya ha identificado 16 posibles zonas de aterrizaje en el lado occidental de Elysium Planitia. Todas estas zonas satisfacen las limitaciones del aterrizador, ya que se necesita una zona de altitud lo suficientemente baja como para permitir que la nave espacial descienda gracias al sistema de descenso combinado de paracaídas y cohetes.
InSight también necesita una zona de aterrizaje plana, libre de rocas de gran tamaño, con un suelo permeable hasta una profundidad de por lo menos 5 metros. La misión llevara consigo dos instrumentos principales, un sismómetro y la sonda térmica destinada a perforar le superficie marciana que requerirá el acceso a un subsuelo libre de rocas.
De acuerdo con una presentación a cargo de Matt Golombek, geólogo de JPL, esta lista de 16 zonas de aterrizaje candidatas se reducirá a una docena a mediados de este año para dejarla en tan solo seis a finales del 2013. Antes de finalizar el 2014 ya habrán establecido dos o tres posibles zonas de aterrizaje, aunque no se sabrá exactamente tomara contacto con la superficie hasta finales de 2015.
Para lograr definir la zona de destino final se utiliza la alta resolución instalada en la Mars Reconnaissance Orbiter, esta captura imágenes detalladas de cada una de las elipses de aterrizaje propuestas para buscar las posibles amenazas a las que se enfrentaría esta misión, como laderas empinadas y campos de rocas.
Si todo sale bien, el InSight, construido por Lockheed Martin Corp., llegara a Marte en septiembre de 2016, comenzando una misión que duraría al menos dos años.
A diferencia del caro Curiosity, InSight tendrá un coste máximo de unos 425 millones de dólares, excluyendo los vehículos de lanzamiento.
El diseño del módulo de aterrizaje que se utilizara en esta misión ya funciono perfectamente durante la misión Phoenix.
El cambio más grande desde la nave espacial Phoenix al InSight es un conjunto de nuevos instrumentos. En lugar de analizar el suelo y examinar la superficie en busca de signos de hielo, tal y como lo hizo él Phoenix, la misión InSight desplegará un sismómetro para hacer las primeras mediciones directas de los movimientos sísmicos de Marte. La sonda también llevara un taladro que podría alcanzar una profundidad de hasta 15 metros, lo que permitirá tomar lecturas de temperatura para medir los cambios de calor en las diferentes capas que se encuentran inmediatamente bajo el.
Como otras, InSight es una misión en la que se necesitara la colaboración internacional, la agencia espacial francesa, CNES, proporcionara el sismómetro de 42 millones de dólares, mientras que Alemania financiara la construcción de la sonda térmica.
También esperan analizar las señales de radio que rebotan entre la Tierra y la nave espacial InSight, lo que permitirá detectar el pequeño bamboleo de la rotación del planeta rojo, revelando las propiedades del núcleo marciano.
Los trabajos realizados con el InSight podrían decirnos como es en la actualidad el interior de Marte, Banerdt señalo que, al comparar los resultados de Insight con lo que sabemos de la Tierra y la Luna, esta información serviría para establecer un panorama más claro de cómo se formaron y enfriaron los planetas rocosos del sistema solar.
‘Marte es una especie de planeta Ricitos de Oro’, comento Banerdt.’No es demasiado grande, no es demasiado pequeño, tiene el tamaño correcto. Si fuese demasiado grande, habría conservado una gran actividad y se habrían borrado todos los datos que estamos buscando. Si fuese demasiado pequeño, nunca lo haría estado sometido a los mismos procesos que formaron la Tierra.’
Entre otras, InSight abordara cuestiones tales como:
Y es que tal y como señalo Banerdt, hasta ahora los científicos tan sólo podían conjeturar las respuestas a tales preguntas.
‘Nos faltan datos recientes, datos puros, y esto es lo que esta misión ofrece’, señalo Suzanne Smrekar, otro de los investigadores del InSight del JPL.
Y es que, tal y como indica Banerdt, hemos estudiado la superficie marciana en profundidad, y está previsto el lanzamiento de otras misiones destinadas a estudiar su atmosfera, en referencia a la misión MAVEN de la NASA (que será lanzada en noviembre) o la Trace Gas Orbiter europea que partirá hacia el planeta rojo dos meses antes que el InSight, ‘Pero cuando se trata de lo que está por debajo de la superficie de Marte, no sabemos tanto’, Banerdt.
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