"Mi más sincero agradecimiento"

Foto: By 3268zauber (Own work) [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or CC-BY-SA-3.0-2.5-2.0-1.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons

Tal y como os dije en mi carta de Reyes, por primera vez preferí sacrificar los apetecibles y soñados juguetes por deseos mucho menos materiales, pero más solidarios y, cuál no sería mi gran sorpresa, cuando este 6 de Enero me voy levantando y veo que…

- Hay empleos justamente remunerados para quienes buscan trabajo.

- No existe ni un solo caso más de corrupción entre la clase política y el resto de cargos públicos.

- Ninguna persona es víctima de la violencia, llámese terrorista, de género, o de cualquier otra índole.

- Desaparece por completo el acoso escolar o “bullying”.

- No vuelve a producirse ningún desahucio.

- Los jubilados pueden vivir de una manera digna con sus pensiones.

- Nadie es discriminado por su color de piel, ideología política y religiosa, orientación sexual, discapacidad   física o mental, etc.

- Todos por igual, incluyendo a los inmigrantes sin papeles, tenemos derecho a la educación, así como a una atención médica digna y de calidad.

- Sabemos respetar la opinión de los demás, sin por ello tener que renegar de la nuestra.

No pierdo la esperanza de que un día no muy lejano todos, o la mayoría de mis deseos, se hagan realidad

- Los jóvenes científicos, los estudiantes y muchos otros emprendedores, no tienen que irse al extranjero por la falta de oportunidades en nuestro país.

- La justicia es igual para todos, sin diferencia de clases ni de rangos profesionales o sociales.   

- Nadie se siente superior o inferior a otras personas si no, simplemente, diferente y, lo más importante de todo…  

- Tratamos a los demás como queremos que nos traten a nosotros.

 P.D.: Que pena que al despertarme me di cuenta de que sólo fue un sueño maravilloso, aunque no pierdo la esperanza de que un día no muy lejano todos, o la mayoría de mis deseos, se hagan realidad. ¡Ah¡ se me olvidaba; gracias por el juguete que le trajisteis a mi hermanita. Al ver la cara de felicidad que puso cuando lo vio, me olvidé por un momento que ya no tenemos un techo bajo el que vivir, ni el resto de las comodidades de que disfrutábamos cuando mis padres trabajaban. Ya sé que habréis terminado agotados de tanto repartir regalos e ilusiones por todo el mundo pero, sin querer abusar de vuestra confianza, de ahora en adelante no os pediré más juguetes; me conformo con que alguien de mi familia vuelva pronto a encontrar un trabajo que nos devuelva la dignidad y nos proporcione un techo bajo el que vivir.

Firmado: Un niño/a cualquiera, en algún lugar del planeta, quien todavía cree en la buena voluntad de los Reyes Magos a pesar de las dificultades por las que atraviesa su familia.