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Las dobles tildes azules de la aplicación de mensajería muchas veces son útiles, pero otras veces promueven el stalking
Desde el momento en que la actualización de WhatsApp permitió la habilitación de esta característica, miles de usuarios ya crearon polémica en torno a su utilidad. ¿Se trata de una mejora o una herramienta para controlar a otros usuarios?
Esa pregunta queda abierta de por vida y serán los usuarios quienes lo tomen de una u otra manera.
Para muchas personas saber si alguien leyó o no un mensaje puede implicar diferentes cosas: que el destinatario está durmiendo, que todavía sigue despierto o si es conveniente o no dejarle el mensaje. Pero también resulta incómoda la situación del "leído". Si la otra persona vió el mensaje y no responde, inquieta al emisor.
De cualquier manera no es un problema. Se trata del conceso entre los usuarios de la aplicación quienes, con actitudes, terminan imponiendo un código. Por ejemplo, leer los mensajes cuando llegan desde el "área de notificaciones" del teléfono, pero no abrir la aplicación, para que la última hora de conexión sea vieja, o para que el destinatario vea las dobles tildes grises, para luego responder cuando se crea conveniente.
La empresa realiza mejoras y actualizaciones, que no necesariamente acompañen el estilo de vida o forma de comunicarse de los usuarios
Este es un claro ejemplo de cómo manejar situaciones que pueden considerarse stalkeo, pero que en definitiva están impuestas por los desarrolladores de WhatsApp.
La vida cotidiana probablemente ayuda a que los usuarios crean que recibir un mensaje implica leerlo y responderlo en el acto. Sin embargo muchas veces el receptor de los mensajes no tiene ganas de hablar o simplemente quiera no responderle a determinadas personas.
Es fácil concluir entonces que la empresa realiza mejoras y actualizaciones, que no necesariamente acompañen el estilo de vida o forma de comunicarse de los usuarios. Ésto hace que hayan roces o ruido en el proceso de comunicación entre los diversos actores, quienes se ven impulsados por esta imposición y que en definitiva y muy probablemente no hayan querído que sea así.