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Euskaltel, Telecable y R están dispuestas a unir sus fuerzas para ponerse un lazo y ofrecerse al mejor postor... que parece será Vodafone.
17/07/2015.- Las adquisiciones de Ono y Jazztel por parte de Vodafone y Orange, respectivamente, suponen los puntos álgidos en el proceso de integración en el que se halla inmerso el sector de las telecomunicaciones. Un proceso largo, costoso y lleno de implicaciones que está lejos de finalizar.
Sobre todo tras las últimas informaciones surgidas en torno a las tres cableras españolas del norte de España: la vasca Euskaltel, la asturiana Telecable y la gallega R. Según diversos medios, las tres compañías están preparando un proceso de integración en una sola empresa que estaría dispuesta a ofrecerse a Vodafone.
Tres marcas bajo un mismo paraguas que, en conjunto, suman 685 millones de euros en facturación al año y unos 850.000 clientes. Un grupo empresarial nada despreciable valorado en más de 2.000 millones de euros con un gran atractivo desde el punto de vista del despliegue de redes de última generación en estas regiones del norte de España.
Una operación en la que Vodafone no estaría dispuesta a meterse ahora mismo, pues se encuentra inmersa en el proceso de fusión con Ono; algo que le llevará la mayor parte de este año.
Asimismo, esta sería la versión rápida y extremadamente simplificada de un proyecto de gran complejidad que implica a los inversores de las tres compañias. Negociaciones en las que supuestamente andan sumergidos ya los principales accionistas de las tres marcas: Kutxabank en Euskaltel, Carlyle en Telecable y CVC en R.
Lo cierto es que independientemente del proceso que sigan las tres implicadas para unir sus fuerzas, lo que parece claro es que Vodafone es el comprador mejor posicionado para hacerse con sus servicios; aunque nada es seguro.
Y entonces apareció OrangeYa a mediados de 2014 los rumores apuntaban a la posibilidad de que las cableras regionales se integraran para ofrecerse al mejor postor. Con todo, existía otra opción: ofrecerse por separado a Orange.
El nombre del operador galo vuelve a surgir en esta ocasión. Porque aunque Vodafone cuenta con ventaja, de no decidirse podría correr el riesgo de que Orange tomara la delantera y si hiciera con la compañía resultante de la unión de Euskaltel, R y Telecable.
Una posibilidad más complicada de hacerse realidad, pero que tendría muy malas consecuencias para Vodafone. Por un lado, la pérdida de más de 800.000 clientes que hacen uso de su red móvil; y por otro saber que esos usuarios acabaran en la cartera de un competidor directo, al igual que las valiosas redes de banda ancha desplegadas en País Vasco, Galicia y Asturias.
Un territorio poco explotado por Movistar, Orange y Vodafone y que daría una enorme ventaja a la firma británica, que ya ha comenzado su despliegue conjunto con Orange de su red de fibra en estas tres comunidades.
2016 promete.
Fuente: Sabemos
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