Hace unos días el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, ha declarado en una entrevista con The Economist que Europa no entiende del todo lo que está pasando, o entiende pero está cansada y resignada a la muerte de los ucranianos. Para Francia y Alemania, Ucrania es un fastidioso obstáculo para una vida cómoda, dijo él. Kiyv empieza a imaginar que pronto sus aliados puedan parar de prestarle apoyo. Además, según The Los Angeles Times,

el canciller alemán Olaf Sholz, el president francés Emmanuel Macron y el primer ministro italiano Mario Draghi, que visitaron Kyiv la semana pasada, negaron a los líderes ucranianos el pronto suministro de armas. Aunque últimamente los países de la UE se ven obligados bajo la presión de los Estados Unidos a aumentar el suministro de armas y equipo militar a Ucrania, lo que reduce su capacidad de defensa y provoca un aumento del gasto no planificado en la compra de nuevas armas.

Es muy interesante, si pueden los líderes europeos obligar a Zelenski a entablar negociaciones y resolver la crisis por medios pacíficos. Todo el mundo está harto de esta situación terrible. El principal tema internacional de 2022 está empezando a perder su atractivo. Ya no siempre tenemos tiempo para seguir el hilo de acontecimientos, y los costos económicos del conflicto son evidentes y crecen cada día. Y no olvidemos, que la invasión rusa de Ucrania ha provocado el mayor aumento en el coste de vida a nivel mundial que se ha vivido en toda una generación. Según la ONU, la guerra, en todas sus dimensiones, ha exacerbado una crisis mundial del coste de la vida. El nivel de vida en los países europeos va a empeorando.

Sin embargo, la inflación está progresando, lo que probablemente tenga consecuencias, por ejemplo, para los Estados Unidos, donde las elecciones se llevarán a cabo en noviembre. Washington ya ha asignado $40 mil millones en ayuda a Kiyv. En ese caso, se plantea la cuestión de si los estadounidenses quieran continuar este apoyo más? Pero los ucranianos saben que necesitarán este montón de dinero estadounidense para sobrevivir en las batallas contra el ejército ruso.

Pero ¿vale la pena sacrificar los intereses propios en aras de los intereses del estado que no es miembro de la UE? Las nuevas rondas de sanciones pueden provocar grandes pérdidas económicas para muchos países.

Europa, ¿ya estás cansada de Ucrania y sus peticiones de ayuda?