En algunas empresas se tiene la costumbre de "controlar" todo lo que hacen sus empleados, tipo CIA, KGB... Los/as Jefes/as necesitan saberlo todo y para eso, como es imposible vigilar personalmente la jornada completa, se necesita algún tipo de ayuda.

Esa ayuda viene en forma de informantes.Los informantes son ese tipo de personas que gozan de "poner la oreja" en cada conversación, gozan de enterarse de todos los "fallos" habidos y por haber, en realidad son correveideles, son la típica persona pelota, que disfruta calentando la oreja al Jefe/a, la palabra más fuerte que a veces se usa para definirlos, es "lameculos"

Ese tipo de personas son manipuladoras de la verdad que retuercen a su antojo para acabar haciendo lo que quieran en su tiempo de trabajo y para tener noticias frescas todos los días que llevar a sus jefes/as.

Su ganancia no suele ser pecuniaria, sino de tipo laboral, de tipo apoyo en sus peticiones de días festivos y vacaciones y normalmente además logran trabajar apenas cuando no están los Jefes/as delante, haciendo que los demás hagan el trabajo duro, son como jefes sin serlo, pero suelen obtener buenos privilegios y ayudas.

En realidad empiezan sembrando la discordia de forma artificial, con constantes puyas inacabables y yendo de inocentes y buenas personas juiciosas.

Son lobos con piel de cordero, nunca pierden los nervios cuando andan cerca los superiores, pero a veces saltan por nimiedades (siempre sin testigos) con una absurda agresividad y violencia, te dejan con la palabra en la boca y se van.

Para llevar a cabo su "faena" necesitan ayudantes, como los de Santa Klaus, pero con mala leche y mala idea.

Y entonces comienza el juego de acoso y derribo, pequeños insultos y humillaciones que no parecen hacer sangre, son como bromas sin mala intención, no obstante son acciones que molestan y hacen daño moral y psicológico a su/s víctimas.

Supongo que quieren deshacerse de personas que no les caen bien, simplemente por eso o por otros intereses que no son fácilmente identificables, como que consiga ese puesto algún amigo o familiar propio o alguien distinto, que vendrá "colocado" desde más arriba, para lo que trabajan ayudando a sus jefes/as.

Para lo cual, luego llegan a conseguir directa o indirectamente que sus "acosados" tengan las peores condiciones de horarios, trabajos y ninguneos, es fácil hacer quedar mal a una persona, siempre que se le esté pinchando constantemente.

Si encuentran a una persona que no es "chivata" como ellos,   han encontrado el paraiso, pueden falsear la información continuamente, disfrutando al hacer sufrir a los demás gratuitamente, siendo ellos siempre los buenos y el otro/otros los malos conflictivos.

Desde luego no son un tipo de personas que sean difíciles de encontrar, pero para que sean eficaces, deben de ser capaces de hacer daño gratuito a los demás para salirse siempre con la suya, sin ningún tipo de cortapisa moral, ni sufrimiento e incluso diríamos que disfrutando de esa labor.

Entre el jefe de la banda, su secuaz (secuaces) principal/es  y la indiferencia de la mayoría de los demás, el negocio está completado, todo va a funcionar casi mecánicamente, es una máquina de destrozar personas impunemente.

Para coronar el sistema perfecto, sólo hace falta un Jefe que disimule como un actor/actriz de teatro perfecto/a que parezca que no tiene nada en contra de la víctima pero lo tiene todo o quizás no y sólo pretende el control policial total, por lo cual necesita creer que el que es distinto (que tiene bondad y moral) es el malo, aunque no se sepa el porqué ni se lo merezca.

Se completa el estado de horror, en el cual el inocente vive aguantando una situación de "acoso y maltrato" psicológicos hasta que llega un día en el cual el bueno llega al paroxismo del estrés, revienta y se queda sin trabajo.

Por lo cual y dicho lo dicho, la realidad es que los verdaderos superiores permiten un tipo de estado policial, en el cual todos se chivan de todos y el que no lo hace es el que pierde.

Pero lo verdaderamente alucinante es la falsa moral, la política de tirar la piedra y esconder la mano y de dormir agusto sin saber si el sistema policial que ayudan a instaurar, promueven o se instaura por su petición velada, o instauran directamente por sus ordenes directas en el trabajo, funciona de alguna forma con ética y justicia o simplemente es una forma de dominio en el cual logran saber "todo" sin estar controlándolo personalmente.

Los interfectos que se prestan a ese tipo de chivateo al fin y al cabo, son gente sin ningún tipo de moral o de ética y que ni sufren ni padecen al hacer daño a los demás sino todo lo contrario.

Si los buenos sufren el acoso y este no se corta de raíz, no sólo viven mal, sino que acaban mal psicológicamente y seguramente pierden el trabajo sin culpa

Supongo porque no lo sé, ni nunca lo sabré, que en realidad creen en su mente distorsionada y egoista, que lo que hacen está bien y es normal hacerlo, y que contribuyen al buen funcionamiento de un grupo de trabajo, cuando en realidad lo que están haciendo desde el minuto uno es destrozarlo y crear un estado de incomodez, de insatisfacción, de mal rollo en el cual seguramente ellos son felices, se divierten y hacen lo que les piden sin ambages de ningún tipo.

Potenciar ese estado policial sólo logra que todos vivan mal, que nadie se fie de nadie, que no se logre un verdadero equipo de trabajo que es lo que se cacarea falsamente, y que ganen los malos y que el Jefe/a que ostenta un poder medio, medre en sus triunfos sin que los de arriba se enteren de nada ni lo intenten.

Al final de la historia, estos Jefes/as de medio pelo, son "figuras útiles" para los Jefes/as de verdadero alto y fuerte poder decisorio, son los muñecos que usan los poderosos para llevar a cabo su trabajo, saben que gozan de su fuerte y constante adhesión, que son como militares en guerra que defienden a su general y que jamás les fallarán.

Esos Jefes/as de grado medio tipo CIA, KGB, son personas listas y suelen ganar acabando con la/s persona/s inocentes, que no logran formar parte de un sistema "corrupto" y haciendo que pierdan la compostura al final acaben perdiendo el trabajo, mediante un informe que se basará en la información de uno o varios  de los pelotas que se prestan al juego y que le chivarán cualquier cosa haya sucedido o no, presentándolo con un relato feroz y horrible contra el acosado de turno, el bueno de la película, que va a perder por no haber entrado en el juego del "peloteo"

Que pierdan los buenos, acaba siendo lo normal, desde luego los malos no lo hacen nunca, y no hay ley ni forma de arreglar las situaciones de confrontación, porque simplemente los buenos no son lameculos ni chivatos, y las cosas que hacen mal los chivatos no van a llegar a los Jefes/as de medio grado, porque no todo el mundo goza chivándose de los demás aunque este tipo de personas no lo entienda ni a nadie le importe.

Hay personas con moral, con ética y con bondad que piensan que hay que ayudarse en el trabajo y creen en el buen rollo.

Y los Jefes/as disfrutan ganando siempre y lo cierto es que el bueno que pierde, nunca se enterará de porqué empezó su mala vida, su acoso y derribo, ni si tuvo algún sentido.

El estado policial que instauran y propician no permite que los problemas de convivencia o de cualquier otro tipo se arreglen en casa, que los problemas se puedan dirimir entre ellos con su intervención justa y equilibrada. No les interesa porque ellos necesitan a esos esbirros para seguir en el poder y hacer careos carea a cara podría hacer que hubiera problemas laborales y que llegara a oidos de los verdaderos superiores.

NUnca lavan los trapos sucios en casa, porque manipulan la verdad haciendo creer que han intervenido en las dos partes en litigio y que todo está arreglado cuando no es cierto y las cosas siguen igual, y de hecho no han hecho prácticamente nada-.

Nunca se sabe si forman parte del problema o simplemente quedan al margen para que los problemas no les salpiquen, no quieren malos rollos en su equipo, pero no hacen nada para arreglarlos de verdad, parece que gocen viviendo en el conflicto continuo, siempre sonriendo y medrando.

La democracia en el trabajo pasa porque todos puedan expresar lo que les ocurre y que sean escuchados y ayudados de verdad, sin falsear datos ni fingir ayudas que no son tal, sino lo contrario.

El nivel de confrontación no se debe de permitir ni a nivel broma, ni como forma de control ni de ninguna otra manera. Las burlas y bromitas acerca de físicos, formas de cuerpos y de cualquier otra característica de los acosados debe ser un delito que se castigue, se corte de raiz y se ayude al que sufre el acoso.

Las personas con responsabilidades de alto nivel no deben de creer lo primero que le cuentan y aunque el error del sufridor sea importante, no debe ser tenido en cuenta, sin haber dado lugar a que esa persona se explique y logre contar la verdad.

El derecho a la presunción de inocencia es lo primero que debe de primar en las relaciones laborales y frenar las situaciones de acoso, de ninguneo y de daño gratuito a los demás, es de obligado cumplimiento.

Y además es algo inherente a la bonhomía, la bondad y la humanidad básicas. Algo que en esos sistemas policiales corruptos desde luego se conculca al funcionar el "ordeno y mando" y el "todo lo sé"

Es de esperar que las cosas mejoren, pero no apostaría por su facilidad, ni por el interés de nadie por ayudar a los de bajo, que tienen que aguantar lo que les echen.

En fin, un horror de tipo medieval en pleno siglo XXI.