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El ayudar es digno de alabanza cuando lleva al fortalecimiento de la persona a la que ayudamos. Pero no siempre es así. ¿Qué debo hacer para que mi ayuda sea significativa y en realidad, ayude? Aquí te lo explico
¿Eres un cuidador?
¿Tienes hijos?
¿Hay amigos tuyos con problemas que acuden a ti?
¿Ejerces la psicoterapia?
Para desempeñar con efectividad todos estos roles necesitas de ser un buen ayudador.
El ayudar es digno de alabanza cuando lleva al fortalecimiento de la persona a la que ayudamos.
Por eso sé que estás interesado en responder a esta pregunta:
¿Qué debo hacer para que mi ayuda sea significativa y en realidad, ayude?
Aquí te presento 14 cualidades básicas que debes desarrollar para lograr esto.
Estas cualidades o disposiciones que debe poseer una persona que desea que la ayuda que brinda favorezca al crecimiento de los demás es como especie de un resumen de lo que se plantea en materia de psicología y psicoterapia acerca de este tema.
El ayudador competente:
1-Oye, pero no juzga.
2-Opina, pero no aconseja.
3-Confía, pero no exige.
4-Valora, pero no intenta decidir por nadie.
5-Está presto a cuidar, pero sin querer anular a la otra persona ni querer sobreprotegerla.
6-Mira a la otra persona con los ojos inocentes de un niño y no imputa malos motivos ni quiere que la otra persona encaje en su molde mental.
7-Abraza, pero no asfixia.
8-Anima, pero no empuja.
9-Sostiene, pero deja que la otra persona se equivoque y explore por sí misma.
10-No da un pescado, enseña a pescar.
11-Protege, pero sin ocultarle a la otra persona las cosas que son desagradables
12-Está siempre cerca, pero sin invadir la privacidad del otro.
13-Acepta y se enamora de las cosas que le disgustan de la otra persona y por eso no tiene pretensión de cambiarla.
14-No pone condiciones para prestar la ayuda, su lema es: “Sabes que siempre puedes contar conmigo”.
Te pueden parecer muchas, y en realidad es así. Estas 14 cualidades debes tomarlas como un esquema ideal, pero lo interesante es esta pregunta:
¿Cuál (o cuáles), de estos 14 aspectos crees que debes fortalecer en tu personalidad a la hora de ayudar?
Una sincera introspección te servirá en caso de que quieras convertirte en un verdadero ayudador de los demás.
NOTA: Nos ayudaría mucho si nos dejas saber tus experiencias al respecto
Además, creo que lo esencial en este resumen es que, analizándolo como un sistema, hay un mensaje implícito que nos cuesta trabajo descifrar.
¿Cuál?
Que para desarrollar todas estas cualidades lo más importante no es:
Lo que se está señalando, entre líneas, es que para desarrollar todas estas cualidades precisas desterrar el Ego de tu vida.
“Se es bueno porque sí”. José Martí
Una ayuda proveniente del Ego, aunque trates de esconder las intenciones, siempre va a resultar en una ayuda “interesada”.
Al ayudar debes hacerlo como lo aconseja la sabiduría:
“Más bien, cuando le des ayuda a un necesitado, que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha; así la ayuda que les des a los necesitados se mantendrá en secreto”. (Mateo 6:3, 4)
Ese “mantenerse en secreto”, no solo significa que los demás no lo sepan, sino que hasta tu propio Ego tampoco lo tenga en cuenta.
La ayuda donde están presentes estas cualidades debe ser una manifestación de la bondad por la bondad misma.
Es como decía el gran pensador cubano José Martí: “Se es bueno porque sí”.
Termino con este precioso cuento árabe que ilustra lo que significa desterrar al Ego y estar vestido completamente de bondad a la hora de ayudar.
Un Califa de Bagdad llamado Al-Majun poseía un hermoso caballo árabe del que estaba encaprichado el jefe de una tribu, llamado Omah, que le ofreció un gran número de camellos a cambio; pero Al-Majun no quería desprenderse del animal.
Aquello encolerizó a Omah de tal manera que decidió hacerse con el caballo fraudulentamente. Sabiendo que Al-Majun solía pasear con su caballo por un determinado camino, Omah se tendió junto a dicho camino disfrazado de mendigo y simulando estar muy enfermo.
Como Al-Majun era un hombre de buenos sentimientos, al ver al mendigo sintió lástima de él, desmontó y se ofreció a llevarlo a un hospital.
-Por desgracia, - se lamentó el mendigo- llevo días sin comer y no tengo fuerzas para levantarme.
Entonces, Al-Majun lo alzó del suelo con mucho cuidado y lo montó en su caballo, con la idea de montar él a continuación.
Pero, en cuanto el falso mendigo se vio sobre la silla, salió huyendo al galope, con Al-Majun corriendo detrás de él para alcanzarlo y gritándole que se detuviera.
Una vez que Omah se distanció lo suficiente de su perseguidor, se detuvo y comenzó a hacer caracolear al caballo.
-Está bien, ¡me has robado el caballo!" -gritó Al-Majun- ¡Ahora sólo tengo una cosa que pedirte!
- ¿De qué se trata? -preguntó Omah también a gritos.
- ¡Que no cuentes a nadie cómo te hiciste con el caballo!
- ¿Y por qué no he de hacerlo? -le preguntó despectivamente Omah.
-Porque quizás un día puede haber un hombre realmente enfermo tendido junto al camino y si la gente se ha enterado de tu engaño tal vez pase de largo y no le preste ayuda -le respondió Al-Majun.
Para desarrollar todas estas cualidades precisas desterrar el Ego de tu vida
MUCHAS GRACIAS.