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Bulgaria suspendió la construcción del polémico gasoducto South Stream, apoyado por Rusia, tras las críticas de la Unión Europea y Estados Unidos, anunció el domingo el primer ministro búlgaro, Plamen Oresharski.
"He ordenado que se suspenda la construcción" de ese gasoducto, dijo el jefe de Gobierno. "Decidiremos sobre desarrollos futuros tras las consultas con Bruselas", agregó Oresharski después de una reunión con unos senadores de Estados Unidos.
El presidente Vladimir Putin inauguró en persona, en diciembre de 2012, el comienzo de las obras del gasoducto, que une Rusia y Bulgaria. El objetivo era evitar la inestable Ucrania, ruta convencional para el gas ruso enviado a los clientes europeos de Gazprom.
El gasoducto lo construye un consorcio formado por el grupo ruso Gazprom, el italiano ENI, el francés EDF y el alemán Wintershall.
La Comisión Europea pidió hace unos días la suspensión del tramo búlgaro de ese proyecto, hasta que "sea conforme al derecho europeo" en lo que respecta a las reglas comunitarias sobre las licitaciones públicas. "La preferencia dada a las empresas rusas y búlgaras sin publicación de una licitación en el Boletín Oficial de la UE es una clara violación de las reglas europeas", explicó la UE.
El trazado de ese ducto -que incluye una etapa de 900 kilómetros por el lecho del mar Negro-, atraviesa Bulgaria, Serbia, Hungría y Eslovenia y luego se conecta en Austria a la principal red de ductos europea.
El coste de este nuevo ducto fue estimado en 16.500 millones de euros. Se prevé una capacidad de transporte de 63.000 millones de metros cúbicos por año, el equivalente de las compras de gas europeas que trasitan por Ucrania.