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Artículo Del Escritor José Luis Benitez.

14/11/2012 05:00 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Este artículo lo realizó el escritor malagueño afincado en Alemania, José Luis Benitez para mi programa de radio ARTE Y CULTURA con Nurya Ruiz.

Lo muestro en el blog porque es extraordinario, perfecto en el estilismo y certero en la temática.

Espero que lo disfrutéis tanto como todos los que tuvimos la suerte de escucharlo el viernes a través de las ondas.

Fantasía en tiempo real

La realidad social se pretende ver en base a un determinismo histórico: es decir, los hechos anteriores predisponen a lo que acontece en la actualidad. Sin embargo, los ejemplos abundan en todo lo contrario: en la irrupción fortuita de los acontecimientos. Y ello se comprueba en nuestros días cada vez más.

Al margen de todo existencialismo y cuestión filosófica, se ha llegado a la plataforma de estos tiempos presentes, caracterizados por la pérdida progresiva de conciencia del ser a causa de la desustancialización: es decir, de la ausencia de valores esenciales –de las certezas- que conformen una explicación idealista del existir. La superficialidad en todos los órdenes de la convivencia es proporcional a la constatación de la falta de subjetividad. Y el lenguaje –que es lo que aquí nos interesa de manera primordial- ha perdido la densidad y la profundidad de su discurso, diluyéndose en significaciones vacuas y complementándose con un galimatías de objetivos funcionales sin ningún fundamento. Y de un individuo que se pretendía independiente, o debería de serlo, surge la contrariedad del sujeto dominado por el miedo y la incertidumbre del porvenir.

¿ Consecuencia?: la escritura ha llegado a ser herida de una manera grave. ¿ Qué conclusiones hay que sacar de toda esta exposición? Pues sencillamente: que quien piensa de forma caótica... también está condenado a escribir –si es que escribe- de forma caótica. Las formas cambian con los tiempos, y el cambio ha de ser requisito indispensable para la evolución del intelecto, pero la falta de referencia hace que el contenido de lo que se afirma carezca de relevancia respecto del interés de la sociedad, diluyéndose malamente en el marasmo de lo no específico. Por tanto, hoy podemos escribir de forma tangencial (particular) y de forma de unión de los opuestos (universal).

Hay cinco cuestiones indispensables:

1) ¿ Quién escribe? Pues escribe la simbiosis, la armonía (y los opuestos temporales como necesidad física); en definitiva, quien escribe es la unidad. 2) ¿ Por qué se escribe? Se escribe para posibilitar la perpetuación de la unidad temporal. 3) ¿ Para qué se escribe? Para ejercitar el intelecto. 4) ¿ Para quién se escribe? Para el desprendimiento, se trata del sentido altruista de compartir el saber adquirido. 5) ¿ Qué sentido tiene lo que se escribe? El sentido está en la reafirmación de la voluntad.

Estos cinco postulados califican lo que se llama un "Escritor" o una "Escritora": la persona que siente en sí el sentido de la evolución y que toma responsabilidad de su destino al margen de su caracterización social. El mayor de los problemas al escribir, es el saber diferenciar lo puramente personal del sentido más amplio de la existencia. De ahí que a veces el escribir, en principio, sirva a quien plasmó la acción del lenguaje. En esto radica la distinción entre el ayer y el presente. El universo compacto, de valores espirituales claros y reglas sociales definidas, hoy ya no se sostiene en sus argumentos.

El hecho de la permanencia de los conceptos a través del tiempo, aun habiéndose manifestado obsoletos –caducos-, es más bien debido a la necesidad de acción del individuo que al hecho de que estos se conformen a una realidad mental de la persona que los aprende y trata de asimilarlos y ponerlos en práctica en su quehacer diario.

Está arraigando y propagándose el temor –consecuente con la debilidad e incertidumbre que impera en nuestros días- de que la literatura desaparezca del panorama social. " ¿ Qué sentido tiene la literatura?", se cuestiona una gran mayoría. Incluso la minimizan o la relegan al puro entretenimiento. La literatura sirve, principalmente, para ganar terreno a la obscuridad. El arte –del que el oficio de escribir forma compa ñ ía muy estrecha- se ha encontrado a lo largo de la historia en estas encrucijadas de transformación y re/evaluación de su cometido y de su sentido. Y, de manera un tanto disparatada, se quieren abrir puertas cerradas a la armonización: el ser está cambiando de manera vertiginosa. Despiertan los mitos, pero intentando que no dejen de vestir a la moda imperante. En realidad, lo que pasa es que se requiere con urgencia una nueva comprensión del sentido del lenguaje. O bien del verdadero sentido del lenguaje puesto en acción. El arte es todo uno, como es uno solo el artista comparado con el arte cuando éste lo "fabrica" en sus horas solitarias acometido del arrebato irreprimible de la inspiración. Tomemos el ejemplo de Borges. Pues bien, Borges, como escritor, era ese artista afanándose en la medida de los conocimientos y de la capacidad espiritual por subvertir las sombras de la noche –encarcelándolas de forma mítica-, para así controlar el destino de la creación propia. Aunque su ambición empujaba más allá: quería tocar los cielos con sus invenciones creativas para abrir esas puertas de la percepción de par en par y así poder empaparse de esa superioridad cósmica. Hubo, claro está, antcedentes en muchos escritores anteriores, éntrelos cuales Bacon o Blake; y, en pintura, se puede escoger como ejemplo especial –también entre otros- a Picasso.

Todo reside, para el mundo visible, en la supremacía del lenguaje. La importancia de saber lo que subyace tras las formas del lenguaje escrito, será capital en el futuro para la continuación histórica del funcionamiento de la literatura entendida como agente dentro de un marco social definido. Así entendido, las fases: a) pasión/desequilibrio emocional b) sentimientos/desorientación psíquica c) aptitudes innatas/capacidad de aguante ...perderían su poder de destrucción y se convertirían en un mensaje mucho más constructivo.

En la "mística del lenguaje", Wittgenstein hablaba de éste como un juego social irrelevante si no está dirigido a una especie determinada de diálogo con la divinidad. Ideas, pensamientos y hechos que se entroncan en el tiempo; y afirmaba la imposibilidad del libro para imponer los limites para tal fin, dado que en su opinión el libro lo que pretende es limitar la expresión de los pensamientos, mientras que sí admitía esa capacidad de limitación del lenguaje: "lo que reside más allá del límite será simplemente absurdo" -según cita textual-; y dejando entrever la influencia kantiana, en la que basa buena parte de sus ideas. También veía en el lenguaje un límite a la capacidad de expresión, incluso artística. Para mi punto de vista, el problema no radica en el lenguaje: sino en el hecho de no conocer el entramado y significación oculta del lenguaje.

José Luis Benítez

www.joseluisbenitez.com


Sobre esta noticia

Autor:
Nurya De Ponce (154 noticias)
Fuente:
nuriaruizfernandez.blogspot.com
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