¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Segismundo Uriarte escriba una noticia?
Las bacterias son microorganismos constituidos por una sola célula. Tal vez usted no las vea, huela o sienta pero están escondidas en todos lados: en el agua, en el aire, en el suelo, sobre y dentro de las personas, en los animales e incluso en su cocina y utensilios con los cuales prepara la comida. Son tan pequeñas que para verlas es necesario un microscopio.
Algunas son bastante inofensivas, incluso algunas son útiles, como las que se utilizan en la fabricación de queso o yogur. Otras producen la alteración de los alimentos y finalmente existe un grupo de bacterias llamadas patógenas, es decir, son capaces de producir enfermedades.
Su desarrollo
Para desarrollarse, las bacterias necesitan una temperatura adecuada, nutrientes, humedad, acidez y tiempo suficiente. Las bacterias responsables de las enfermedades transmitidas por los alimentos tienen una temperatura óptima de crecimiento de 37ºC. Pese a todo, pueden crecer a una velocidad considerable en un rango de temperatura que se halla entre los 5º C y 65º C.
Fuera de Estas temperaturas su capacidad reproductora se ve muy disminuida. A 100ºC (ebullición) las bacterias comienzan a morir y por debajo de 5ºC (refrigeración) su crecimiento es más lento. A los 0°C (congelación) quedan en estado latente pero no mueren
Las bacterias como todos los seres vivos, necesitan alimentarse para poder desarrollarse. Prefieren alimentos con un alto contenido de proteínas y humedad tales como carnes rojas, pollos, pescados o productos lácteos. Estos alimentos se los conoce con el nombre de alimentos de alto riesgo.
Algunas bacterias son capaces de multiplicarse por dos en solo 10-20 minutos, si se les proporciona las condiciones óptimas de nutrientes, humedad, Ph y calor.
Si se les da el tiempo suficiente, un número inicial de bacterias pequeño puede multiplicarse a tal punto que pueden llegar a causar una enfermedad transmitida por alimentos. Una sola bacteria puede llegar a producir 16 millones de bacterias en solo 8 horas.
Recomendaciones
El consumidor debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- No dejar los alimentos fuera de la nevera. Evite dejar los alimentos en la zona de peligro - No entibiar los alimentos. Caliente los alimentos en el horno o en la cacerola a temperaturas elevadas. - Entibiar los alimentos a temperaturas bajas favorece el desarrollo de las bacterias que pudieran haber quedado en el alimento. - Respetar las fechas de vencimiento de los alimentos. - Conservar los alimentos en las condiciones de almacenamiento que figuran en la etiqueta .
Fuentes de contaminación
A las bacterias las podemos encontrar en todas partes. Puede ser que estén en el aire, en el suelo, en los animales, en el agua e incluso en nuestra piel, ropa o saliva. Los lugares donde comúnmente se encuentran las bacterias se llaman f uentes de contaminación. Es muy importante que usted sepa cuáles son las fuentes de contaminación donde comúnmente se encuentran las Bacterias para poder proteger de manera más eficiente los alimentos que consume.
Las fuentes de contaminación más comunes son las siguientes: - Las personas - Los residuos - Los alimentos crudos - El agua - Los insectos y roedores - Los animales domésticos - El suelo - El aire Normalmente las personas portan bacterias en su cuerpo. Estas pueden estar en la boca, la nariz, el intestino, las manos y la piel. Con mayor frecuencia se encuentran en las manos sucias, saliva de personas enfermas, heridas (rasguños, raspones, etc.), etc.
Los recipientes con desperdicios son una fuente muy importante de contaminación ya que se los deja durante varias horas a temperatura ambiente. Esto favorece el desarrollo de microorganismos, atrayendo de esta forma insectos y roedores. Las moscas, cucarachas, ratas, el viento pueden hacer que la basura llegue al alimento que preparó y de esta forma lo contaminen.
Los alimentos crudos son fuente de contaminación, se hallan normalmente contaminados con bacterias y parásitos. Hay que tener especial cuidado con las carnes rojas y blancas, los pescados y mariscos, los huevos y la leche cruda.
Una forma común de contaminación de alimentos es por el agua. Esto ocurre especialmente en aquellos lugares donde las verduras y frutas son regadas con aguas residuales.
Los insectos y roedores transportan gérmenes y suciedad en sus patas y cuerpos. Están siempre donde hay alimentos y basura. Recuerde que viven en alcantarillas, desagües, materia descompuesta, deposiciones, por lo que constituyen una importante fuente de contaminación.
Los pelos y plumas de animales domésticos, aun lo más limpios contienen un gran número de bacterias, siendo algunas de ellas patógenas (dañinas).
El suelo es un reservorio tan rico en nutrientes que muchos microorganismos y parásitos desarrollan fácilmente en él. El aire en sí mismo es un medio hostil para los microorganismos. Pero puede convertirse en un excelente medio de dispersión y transporte para ellos, especialmente a través de las corrientes de aire.
Cómo eliminar las fuentes de contaminación
A la hora de eliminar posibles fuentes de contaminación de alimentos, tenga en cuenta lo siguiente: - Evitar que se acumule basura en la cocina o en el patio de su hogar y mantener los cubos de basura siempre bien cerrados y limpios. - Evitar que los perros, gatos y pájaros estén cerca de los alimentos que elabora y/o consume. - Lavar adecuadamente sus manos antes de preparar la comida y cada vez que estas se contaminen - Controlar adecuadamente la existencia s de insectos y roedores - Lavar correctamente frutas y verduras. - Ubicar en la nevera los alimentos listos para comer en el estante superior y los crudos en el estante inferior. - Evitar toser y estornudar sobre los alimentos. - Proteger los alimentos para evitar que el polvo se deposite sobre ellos y los contamine.