Hace exactamente un año a esta fecha, mi mente divagaba sobre las posibles cosas buenas que este año que está funestamente finalizando, le brindaría a toda la humanidad.

No así, las cosas fueron demasiado diferentes, de tantas cosas bellas, que entretenida mi mente imaginaba. Todo resultó al revés, de lo tan bueno que idealizaba para todos durante este ciclo y así fuimos atravesándolo. Dolor tras dolor en cada noticia, en cada información.

De repente, un sin fin de lugares en las mesas de millones de hogares, comenzaron a quedar vacíos. Se acabaron de repente los besos y los abrazos: Se adormecieron los afectos y se fue ocultando el cariño entre unos y los otros.

Se cerraron los templos y se vaciaron las calles y también las avenidas. Los comercios parecían una reliquia del pasado y hasta los niños desaparecieron de sus escuelas.

Pero eso sí, se llenaron los hospitales y las morgues de pacientes y finados. Personas que ni tuvieron la bendición de despedirse de sus familiares o amigos. Nada fue normal durante lo que corre del año.

Fue como si de la noche a la mañana, nuestro mundo ya no fuera nuestro y hasta para salir a la calle había que pedir un permiso.

Se acabaron los cumpleaños, los bautismos y casamientos. Las reuniones de trabajo dejaron de existir como se las conocía y el desempleo de millones de personas se hacía sentir en todo el planeta.

Wuhan un nombre que en el mundo, nadie olvidará!

Este, ha sido el año, de los que se aprovecharon por las inmensas necesidades de las gentes. Los precios no se demoraron en trepar desenfrenados. Desde el pan hasta el tabaco. Todo ha sido abusivo. El pobre se hizo mendigo y el mendigo se murió en su intento por sobrevivir.

2020 ha sido uno de los más dramáticos años de las últimas décadas desde los años de la mal llamada fiebre española.

Este 2020, es un año que nos robó a todos la poca o mucha felicidad. Un año recargado de desgracias desde su primer minuto.

¿Quién no perdió un uno o varios amigos o un familiar?

Entonces me vuelvo a preguntar y preguntar… ¿Qué nos deparará el nuevo año que vendrá? Aunque en verdad, mi deseo más profundo es que regresemos a la normalidad.

Cómo será el 2021 que vendrá en pocos días?